En muchas ocasiones cuando intentamos concentrarnos, nos encontramos con ciertos obstáculos que impiden que lo hagamos; gracias a dichos obstáculos, no logramos realizar las tareas que se nos han encomendado y, en la mayoría de los casos, desviamos nuestra atención hacía cosas sin sentido que solamente nos hacen perder el tiempo y que no nos dejan nada productivo. A tales barreras las podemos denominar como enemigos del tiempo o distractores. Es necesario identificar cada uno de éstos para lograr crear soluciones que nos permitan optimizar nuestras actividades y poder así utilizar nuestro tiempo de manera que obtengamos cosas productivas.